martes, 25 de febrero de 2014

"El cerebro de los políticos y de los votantes"


El “cerebro político” es esencialmente un “cerebro emocional”. Las decisiones políticas, el voto, las campañas, absolutamente todos los “movimientos”, tanto de los políticos como de los votantes, se llevan a cabo y se desarrollan esclavos del cerebro emocional. El voto se decide con una máquina que pone a la razón en manos de la pasión. Las decisiones que se creen racionales, lo son porque han convencido a la emoción. No es que razón y emoción trabajen por separado, de hecho esa dicotomía está fuera de la realidad cerebral para cualquier toma de decisiones del ámbito vital que sea, si no que ambas a la vez se conjuntan de manera peculiar en cada individuo para determinar la conducta final. Cuando se analiza en “neuropolítica”, esa conducta parece sobretodo determinada por una información poco objetiva. Es decir, las decisiones de a quién se va a votar no se toman en la mayoría de las ocasiones racionalmente sopesando pros y contras, pensando a largo término como máquinas calculadoras, con tablas o gráficos, con previsiones económicas, estadísticas o demográficas, escuchando a expertos en economía, sociología o política exterior, o contrastando resultados anteriores y presentes, etc…si no porque este político cae bien o mal, parece más o menos honesto que otro, con más habilidades oratorias, lo vota el grupo social al que uno siente que pertenece o favorece los intereses propios o no, por poner sólo algunos ejemplos. Siga enlace aquí: http://blogs.lavanguardia.com/ctrlaltsupr/el-cerebro-de-los-politicos-y-de-los-votantes-i

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