martes, 28 de abril de 2009

La importancia del huevo en el pensamiento universal.

La historia de la filosofía es el estudio de todas la ideas y sistemas de pensamiento racional creados desde la época en que el modo de explicar los fenómenos de la naturaleza comenzó a prescindir de los mitos para apoyarse sobre todo en la razón. Este gran paso de la mitología a la verdad comprobada se le conoce como "paso del mito al logos". Pero uno de los pensadores mas destacados del siglo pasado dejo su huella perenne entre la relación mito, realidad y ficción.

Se le conoció como el gran pensador del huevo y se sabe que muchos lo llamaban el gran Huevobdulio. Nacido en ese mítico país, que existió solo hasta mediados del siglo pasado y cuya desaparición nadie pudo explicar, llegando muchos a afirmar que se los comió el polvo cósmico de la indiferencia, pues se sabe era un pueblo amante de la guerra y como tal su actividad principal transcurría entre humaredas, masacres, bombas y toda cuanta destrucción los magnificara.

Los profundos pensamientos del gran Huevobdulio se caracterizaban por explicaciones como esta. ‘’Si un canguro pusiese un huevo, y de él saliese un avestruz, el huevo sería de avestruz y no de canguro, por lo tanto el huevo fue creado por Dios, dado que Morse inventó su lenguaje escuchando a las gallinas que alumbraban sus huevos inteligentes, y cuando Galileo dijo que la tierra, que por aquel entonces ya era redonda, giraba en torno al sol, seguro que había experimentado colocando huevos encima de la mesa y haciéndolos rodar, por esa razón las reelecciones son fundamentales para un país que le gustan los huevos duros’’.

El gran Huevobdulio continúa. ‘’El huevo es un sol, se representa así mismo en su circularidad, por lo tanto es una fuente de poder que intensifica su ser especialmente al amanecer. Los gallos son su timbre natural, las gallinas depositan al anochecer huevos, que al otro día, se transforman en soles, se caracterizan por ser soles solitarios y esa soledad, en la que cada noche lloro pensando en ti, desde que me dejaste en esta oscura soledad, pero en la que a veces le tenemos miedo, porque estando con ella, suele hablarnos de lo que por comodísimo nos evadimos en nuestra vida.
Esta soledad nacida de soles solitarios, también se considera como uno de los posibles factores que causan otros desórdenes. Entre ellos depresión, suicidio y graves problemas médicos, como las enfermedades cardiovasculares.
Este problema había sido sistemáticamente negado como un trastorno que requiere de una atención seria, tal vez porque quienes lo sufren no siempre admiten que puede ser la raíz de otros males. O no quieren reconocerse como "solos", debido a que experimentan vergüenza de sus sentimientos o de su inadecuación para superar el aislamiento. Por lo tanto, el huevo demuestra, que su tendencia redonda, es solo una tendencia y que las tendencias, tendencias son’’.
Creemos de importancia capital rescatar pensadores del siglo pasado como el gran Huevobdulio.
Bitácora del capitán.
Año interestelar 3.052

martes, 21 de abril de 2009

Super Porro

MI DOSIS PERSONAL DE URIBISMO
Por: Groucho Fritz
El uribismo es una especie de gran traba nacional. Un tipo como José Obdulio es el gran jíbaro de esa exótica sicodélica criolla: la cannabis sativa, ahora se llama seguridad democrática, al ácido lisérgico, ahora le dicen encuestas, los hongos alucinógenos tienen el poder delirante de la reelección y el referendo.
Antes, los jefes de los partidos se cocinaban a fuego lento, en años de pola, aguardiente, muñequeo, compra y venta de votos, lechona y bazares. Ahora, bajo los efectos de esta poderosa droga, cuya dosis personal está permitida, un siquiatra pasa, sin escalas, del diván a la ternura, de ahí a comisionado de paz y, en segundos, como un pase de perica, se convierte en “director de la colectividad”, es decir, político profesional.
Hay muchos que se han vuelto adictos desquiciados. Uno de ellos, el de mostrar, se cree como su jefe, incluso se las dio de ministro, y ahora, como los veteranos drogos que se quedaron enredados en un viaje de LSD, y dicen ser la reencarnación de Jimmy Hendrix, anda por todo el país, como un iluminado, gritando a los cuatro vientos que quiere ser como el clon del que ahora manda en la Casa de Nariño.
Muchos le creen, incluso un diario de circulación nacional le dedicó un editorial elogioso a esa candidatura, supuestamente conservadora, que bien habría podido fraguarse en algún paraje de Villa de Leyva, donde dicen que se comen los mejores hongos alucinógenos del país, tan buenos como los que nacen en las esquinas de las cúrales del Congreso Nacional, donde al parecer podrían aprobar el referendo, antesala de la reelección.
Quise hacer un ensayo como el de mi amigo Hector Abad, y bajarme mi dosis personal de uribismo, a ver qué sentía. No sé si logre el lirismo de su columna enmarihuanada, pero quiero comunicar mi experiencia de este viaje sicodélico, bajo la guía del siquiatra Luís Carlos, que a falta de pacientes, terminó de líder de cambio radical.
Voy a You Tube, y me aplico la droga: veo un video con una entrevista concedida por el jefe indiscutible de la patria al periodista Rhiz Khan, del canal Al Jazeera. El mandatario clarividente habla en inglés, por lo que el efecto que busco es inmediato: quedo en trance.
Siento un impulso irresistible: estar presente en el próximo consejo comunitario, ver al líder sublime, sentir como irradia confianza inversionista, su amor de patria, su entrega absoluta en la derrota de la far. Se me traba la lengua: trato de decir Farc, pero no me sale…far, así con minúsculas y todo. Veo en mi biblioteca que baila el libro que escribieron Iván Cepeda y Jorge Rojas sobre Uribe y los paramilitares. Empiezo a romper cada una de sus hojas, con un inmenso deleite, como si fuera una margarita siniestra, quiero armar una hoguera para quemar todo el resto de textos que me circundan, a imagen y semejanza de nuestro insigne y piadoso procurador, Alejandro Ordóñez.
Tengo seca la boca y mis ojos están rojos. Me quiere dar la pálida: acabo de ver una foto del nuevo look de Marta Lucía Ramírez y de inmediato me imagino a una amazona, montada en un caballo brioso, recorriendo el país de palmo a palmo, mezcla de Juan de Arco, o Juana la Loca, me confundo, me angustio... Llamo a Luís Carlos, la señorita, con una voz ultrasensual, me dice que tranquilo mi amor, que el doctor me llama apenas pueda, que me tome un aguardientico para que me pase la maluquera. Alucino: Juan Manuel Santos luciendo la banda presidencial, decide hacer su primer consejo de ministros en las antiguas cuevas del Mono Jojoy. Me debato entre poner música de carrilera o un vallenato, para sentirme en Córdoba, en la finca de líder supremo.
Mi mujer llega con una agüita aromática, a ver si me compongo, y confundo su nombre: le digo Lina. Se pone furiosa y me deja solo, con las ansiedades de mi traba uribista. Repaso las encuestas y son como un elixir para el alma: él (¿El?) es imbatible. Juan Lozano se me aparece, como de la nada, me habla en un idioma incomprensible, luce una túnica, y su imagen se me disuelve en la de Bin Laden…Juan Bin Lozano Laden, es absurdo, mi cerebro está a punto de estallar.

sábado, 18 de abril de 2009

Clásicos infantiles

Pinocho
Gepeto (Geppetto), que siempre ha deseado tener un hijo, esculpe una marioneta de madera. Por la noche, un hada madrina da vida a dicha marioneta "naciendo", de esta forma, Pinocho, un niño de madera travieso y desobediente.
Originariamente, Collodi no pensó en su trabajo como una obra de literatura infantil: en la versión original, Pinocho es ahorcado por sus innumerables faltas y sólo en versiones posteriores la historia obtendría su famoso final en el que la marioneta se convierte en un niño de verdad.
Con esta trama se han hecho varias películas y adaptaciones incluidas en otras historias. Entre ellas se destaca la original película de Disney (Pinocho) protagonizada por dibujos animados basados en el original.
Años más tarde, se estreno otra versión de Pinocho, con un tema futurista, donde en vez de ser un muñeco de madera, era un robot. (Pinocho 3000) Lo cual nos lleva a que, Geppeto, si hubiera sido real, y de nuestra época, seria un científico, y pinocho, un robot que cobra vida. En todo caso, seria para aquella, y la actual época, el primer robot.