cio son una invasión positiva del espacio público,
realizada por artistas, apoyada y
estimulada por la alcaldía de Bucaramanga para devolverle al ciudadano el
disfrute de su ciudad. Esta propuesta es considerada por todos (incluidos los
vendedores ambulantes) como necesaria, inteligente y valiosa ya que el
ciudadano tiene derecho al espacio público, al encuentro, a la magia, a la
poesía, en fin al goce de su ciudad, imaginando, soñando y fantaseando mientras
camina por las calles recuperadas, y ve los hermosos espectáculos de los
artistas, que somos un país industrial con altísimos estándares de desarrollo
económico, donde nadie tiene la necesidad de vender pendejadas en la calle y
cuyos ciudadanos, mujeres y hombres, tienen garantizados por parte del estado, el
disfrute absoluto de los derechos
humanos económicos sociales y culturales, tal cual sucede en la vieja Europa o
en nuestro querido USA. Y en donde los políticos y funcionarios jamás invaden
el erario público.
Los ex
vendedores de tinto y chucherías, ahora gozan de absolutas garantías económicas
y disfrutan de vivienda, empleo digno, universidad gratis, tienen acceso al
disfrute de la cultura y su calidad de
vida es igual a la de los ciudadanos de Europa y Estados Unidos. En hora buena
para alcaldía de Bucaramanga porque por fin se recuperó el espacio público. Ya
era hora.
Mas sobre el tema.
http://mastercompol.es/eventos/conferencia-de-fernando-vallespin-politica-y-mentira/
Conferencia de Fernando Vallespín: Política y mentira
El pasado 10 de enero los alumnos del máster asistimos a la conferencia Política y mentira, dictada por Fernando Vallespín, Director Académico de la Fundación Ortega Marañón. En torno a su libro recientemente publicado LA MENTIRA OS HARÁ LIBRES. REALIDAD Y FICCIÓN EN LA DEMOCRACIA (Galaxia Gutenberg, 2012), don Fernando compartió con nosotros sus reflexiones sobre la relación entre política y mentira, democracia y verdad, libertad de opinión y espacio público.Según él, la presencia de la mentira en el mundo de la política obedece a que vivimos en un mundo “huérfano de verdad”, en el que, sin una realidad social objetiva, la lucha por el poder es la lucha por definir la realidad continuamente, con las armas del spin, los frames, y el storytelling, en una guerra sin tregua entre múltiples representaciones de los hechos. Sin acceso directo a la realidad, sin ni siquiera una experiencia común de esta, el mundo se nos presenta siempre mediado, opinado y encuadrado (en multiplicidad de formas), por los medios. Por eso en el espacio público no se discuten hechos. Se informa sobre la observación de observadores que observan lo que ocurre. Es allí donde los políticos se arrollan las mangas para trabajar, no sobre la realidad, sino sobre las percepciones sociales de esta, sobre la opinión pública.
Mas sobre el tema.
En las últimas décadas, los urbanistas post-modernos han argumentado que el espacio público está desapareciendo. Para ellos los espacios públicos, definidos como lugares de construcción de ciudadanía y encuentro social, han sido al menos parcialmente reemplazados por espacios pseudo-públicos, como el mall o la comunidad enrejada. Esta nostálgica visión de un pasado moderno mítico no considera una característica más representativa e históricamente precedente del espacio público. Argumentando en una línea similar a la de Foucault, los espacios públicos son, ante todo, lugares donde el poder se expresa y ejerce. Sin embargo Foucault, pierde de vista un punto central. Este es la posibilidad de resistencia social al poder, expresada en la posibilidad de reemplazar –o al menos transformar– el significado del orden urbano. Es usando este nuevo marco "poder/resistencia al poder" que el concepto de espacio público, y el discurso que lo define como espacio de construcción de ciudadanía y encuentro social, debe ser rediscutido."La consecuencia universal e ineluctable de esta cruzada por hacer la ciudad segura es la destrucción del espacio público accesible (...) Para reducir el contacto con los indeseables, las políticas de reconstrucción urbana han convertido las alguna vez vitales calles peatonales en alcantarillas de tráfico, y transformado los parques en receptáculos temporarios para quienes no tienen casa".
http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0250-71612002008400001